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Existen lugares en el mundo, por ejemplo en Australia, donde equipos de expertos recorren el país con el fin de grabar las diferentes voces de los aborígenes, cuya cultura no emplea la escritura, ante el temor de que desaparezcan. Aquí, los "expertos oficiales", trabajan para todo lo contrario: para ver si esa puñetera forma de hablar y de sentir que tienen los andaluces no se vuelve a oír más o, si se oye, que sea porque la hablan entre ellos (los jodíos), que ya se entenderán. Son maneras diferentes de tratar a una cultura, muy diferentes porque, como ya se sabe, los australianos se encuentran en nuestras antípodas.

Dicen las buenas lenguas que la enfermedad del nacionalismo se cura viajando. Pues bien, hagámosles caso, apliquemos el remedio: están ustedes invitados a conocer Andalucía. A usted, que nos comprende, para que ratifique que somos un pueblo abierto, humano, solidario, universal, sabio, acogedor, sin fronteras, .... y a usted, nacionalista de donde sea, que nos desprecia, que nos niega nuestra historia, nuestra lengua, nuestra cultura, a ver si, conociéndonos, recibe la influencia de un pueblo milenario, tolerante por naturaleza, que ha sabido abrir sus puertas a todo el que ha llamado a ellas.


lunes, 27 de agosto de 2012

La lengua andaluza: consideraciones historicas y algunas puntualizaciones

El Andaluz




Lo primero que uno observa al cruzar Despeñaperros (aparte de que todo va mas "tranquilo", de que a todo el mundo le da por hablarte, de que no hay propinas, de que nadie corre ni para coger el autobús, de que no puedes preguntar ¿como estas? porque te lo cuentan, ni preguntar donde esta algo porque te acompañan, ect...) es que hablan raro. Y raro para uno de Asturias, pero para uno que aprendió el castellano en Toronto ni te digo.   Pero ... ¿Y si para cuando llegan a Andalucía, se encuentran con que no se nos entiende?. ¿Y si resulta que empleamos palabras diferentes para designar las mismas cosas? Pongamos un ejemplo con algo muy práctico y necesario: los alimentos. Está usted en un pueblo de Andalucía, son más de las tres de la tarde, y el estómago no le aguanta ni un minuto más. Entonces le ofrecen: papas aliñás, periñaca, puchero con pringá, babetas con habichuelas, verdigones, chícharos con alcahuciles, acedias, chicharrones, bienmesabe, tocino de cielo y albérchigos. ¿Sabrá usted escoger? ¿Pedirá una comida muy caliente con el solano que está cayendo? ¿Escogerá algo, sin saber qué es, y luego no le agradará? Puede ser que le guste una verdura llamada alcachofa y un pescado llamado platija  y no sepa que en Andalucía le llaman alcaucil y acedia.



Manu defiende el andaluz
 
Oficialmente, lo que hablamos es una malformación del castellano, que comenzó en las zonas más interiores de Andalucía allá por el siglo XVII o XVIII. Se habla en Andalucía, Ceuta y Melilla y también en Gibraltar; lingüísticamente comparte muchas características con las variedades usadas en zonas de Extremadura, Castilla-La Mancha y la Región de Murcia Es una especie de jerga, más bien un acento, que no se habla igual en toda Andalucía, por lo que, oficialmente, se le llama hablas andaluzas, no llegando ni a la categoría de dialecto. El vicedirector de la Real Academia de la Lengua Española, Gregorio Salvador, ha dicho: “Hablar de un dialecto andaluz, es de imbéciles”.
                                     
Otros creen que es una lengua romance que toma como base el latín de la Bética, siendo difundida durante los años de al-Andalus por el centro-norte de la península Ibérica, principalmente por los mozárabes. Cuando al-Andalus es conquistada por el resto de territorios de la península, el andaluz, que durante ochocientos años ha sido colonizado por el árabe, lo es ahora por el castellano, curiosamente, la lengua que él ha contribuido a formar en el centro-norte de la península.Según esta teoría, la lengua no fue del norte al sur, sino del sur al norte. No tiene lógica que una lengua romance como el castellano, derivada del latín, comience en un monasterio de San Millán de la Cogolla, lindando con el País Vasco, zona menos romanizada de la Península y no lo haga en un territorio como La Bética, con más siglos de romanización y con más intensidad.

  • Lenguas Romances en Europa



Aquí conviene recordar una anécdota ocurrida a comienzos del año 2000  en Granada Se celebraba un simposio titulado: "Habla andaluza, medios de comunicación social y aula", cuando, en el tiempo destinado a preguntas de una ponencia titulada "El mapa lingüístico del Estado español versus legislación educativa", impartida por el profesor de la Universidad de Huelva, Jerónimo de las Heras, se levantó una persona del público que, después de identificarse como profesor de lengua o algo parecido, arremetió contra todo lo que allí se había expuesto:     
                                               
El andaluz no existe, es la forma, un tanto peculiar y folclórica, que tienen los habitantes del sur de España para expresarse en el idioma común: el castellano o español. Todo lo demás, aseguraba, son inventos cuya única pretensión es entretener al personal sin basarse en ningún método serio de estudio, por lo que es preciso denunciar a los que intentan difundir en el aula algo que hace daño a los alumnos, es necesario marginarlos.
    
Perdone señor, interrumpieron su soflama, ¿podría contestarnos a dos preguntas? 

- Primera: Si el castellano empezó a propagarse aproximadamente en el siglo X y los romanos dejaron de ejercer su influencia sobre Andalucía en el siglo V ¿qué hablaron los andaluces durante esos quinientos años? 
- Segunda: Si el castellano comenzó en un monasterio de San Millán de la Cogolla, población de La Rioja, lindando con las Vascongadas, una de las zonas menos romanizadas de la Península Ibérica ¿cómo es posible que los andaluces fueran tan torpes y no supieran desarrollar un idioma propio partiendo del latín, al igual que hicieron en otros territorios?
   
Son ustedes unos incultos,  respondió, deberían saber que en Andalucía se hablaba una lengua llamada mozárabe, que desapareció cuando la reconquista. Pero, si de la segunda pregunta, intuyo que pretenden insinuar que el andaluz proviene de una lengua propia derivada del latín, que se trata de una lengua romance, ¡¡apaga y vámonos!! ¡¡apaga y vámonos!!  Nos gritaba encolerizado.
   
Perdone que volvamos a insistir, pero... ¿cómo va a convencer a estos incultos si apaga y se va?. Dialogue, señor, dialogue. Pero el filosofastro, supuesto experto en lingüística diacrónica no escuchaba, seguía gritando muy ofendido sin demostrar en qué basaba sus afirmaciones.           
   
Esta anécdota es una muestra de la actitud que constantemente nos encontramos cuando intentamos dialogar sobre el andaluz: menosprecio. Creen que tienen la verdad (y a lo mejor resulta que la tienen) y los demás no merecemos ni siquiera el beneficio de la duda. Ni intentan dialogar, ni conocer otro punto de vista, ni intercambiar experiencias, simplemente apaga y vámonos.

El simposio lo clausuró una conferencia del periodista, dicen que andaluz, Carlos Herrera, quien, en su más puro estilo de nadar entre dos aguas sin mojarse, aseguró que consideraba legítimo que los andaluces "pulieran" su acento, criticando a los "talibanes" que imponen modos de hablar, a la vez que defendía "el uso culto y sensato de la forma de hablar andaluza" apostando por la conservación de las expresiones "que no vienen en el diccionario pero que forman parte del costumbrismo (sic) en Andalucía".  Lo dicho, todo el mundo contento.

 


                                              NIÑA REPELENTE Cap.1 (Video)


En realidad, no se trata de hablar casteluz (o sea un castellano con acento andaluz) sino de descubrir que, aún ahora, con tantos siglos de aplanamiento, de adoctrinamiento, de medios de comunicación en castellano, de colegios castigando a los niños que hablan y escriben en andaluz, aún se mantengan palabras y giros lingüísticos que provienen de la lengua de aljamía (la escritura con caracteres árabes de las lenguas romances habladas por los andalusíes durante la época tardía de todo Al-Ándalus). Y aunque los árabes llamaron aljamía a las lenguas de todos los pueblos con los que históricamente tuvieron contacto (por lo que podría aplicarse el nombre también a otras lenguas de la península ibérica), la aljamía, por antonomasia, es la lengua de Andalucía, pues solamente en ella tomó entidad y personalidad propia.





Designar con la palabra mozárabe a la lengua hablada en Al-Andalus, no parece un error originado por el desconocimiento o la ignorancia, ya que está totalmente constatado que no existió una suplantación de la población de la Bética por los nuevos "invasores". Menéndez Pidal, en la obra citada anteriormente, lo reconoce sin ambages "...los principales centros de población, como Sevilla, estaban llenos casi totalmente por los romanos-godos...". Los árabes (0,5%) y bereberes (8,8%), ni aún en sus momentos de mayor pujanza llegaron a representar el 10% de la población de al-Andalus. Desde un punto de vista lingüístico, Al-Andalus fue un país totalmente latino (90% de su población), por lo que el empleo del término mozárabe pretende negar la latinidad de los andalusies y la universalidad de la lengua aljamiada en Andalucía, para atribuir la exclusividad a la de Castilla.
 
Pero la realidad es muy tozuda, hoy sabemos que esta lengua "vulgar" era empleada por todo el mundo, desde el campesino hasta el califa, en sus conversaciones familiares e informales (según las investigaciones de grandes especialistas en la historia de la lingüística hispánica como Menéndez Pidal, Lapesa, Sanchís Guarner, García Gómez o Samuel Stern) quedando el árabe como lengua culta y de rezos junto al latín o el hebreo. Por lo tanto, existía un perfecto bilingüismo (incluso trilin-güismo) en la sociedad de Al-Ándalus.

El romance aljamiado andaluz comparte muchos rasgos con las lenguas romances del norte peninsular. "Muchos de los rasgos lingüísticos de la zona asturiana en ese periodo inicial coincidían con los que ya hemos analizado a propósito del mozárabe". "El romance gallego presentaba muchos elementos en común con el romance andalusí o mozárabe" (Coloma Lleal, "La formación de las lenguas romances peninsulares", Barcanova, pág. 160-161). "Los rasgos del leonés y gallego al Occidente y los del aragonés y catalán al Oriente... se unían por el centro y por el sur mediante el habla mozárabe de Toledo, de Badajoz, de Andalucía y de Valencia, análoga a la de los extremos en muchos de sus rasgos principales" (Menéndez Pidal, "Orígenes...", pág 513).

Una vez reconocida la existencia de esta lengua en Andalucía, nos preguntamos: ¿cómo era esta lengua romance de Al-Ándalus? En el periodo inicial se caracterizaba por su mayor fidelidad al latín, lo que se refleja en la presencia de abundantes arcaísmos y la conservación prácticamente inalterada de la fonética latina. Debido a la sustitución del latín por el árabe como lengua culta y de escritura, en Andalucía la lengua aljamiada no se llegó a representar con grafía latina, únicamente se utilizó como lengua hablada por lo que sólo se ha podido reconstruir su interpretación a través de los textos árabes en los que se emplean términos aljamiados. Pero con la dificultad que entraña escribir con caracteres arábigos una lengua tan distinta como el romance de Al-Ándalus.

La historia nos dice que durante varios siglos -del VIII al XII- hubo una gran emigración de andaluces a diferentes zonas del norte de la Península Ibérica. Es lógico pensar que estos repobladores cultos que llevaban su arte -plasmado, sobre todo, en la multitud de iglesias mozárabes y en los códices miniados, llamados Beatos- y su cultura, también llevaran su habla, que en el caso del leonés arcaico se asemeja más a la lengua romance de Al-Ándalus (por eso, en los textos aljamiados moriscos se ven todavía arcaísmos que los especialistas califican como "leonesísmos").
   
Entonces, si en Andalucía hablaban Aljamía, ¿no son aljamiadas las palabras romances que estos mismos clérigos insertan entre sus textos latinos? Existen multitud de palabras romances entre los textos latinos del norte escritos durante los siglos IX, X y XI, antes del nacimiento escrito de la lengua que luego se llamó "castellano", muchas de estas palabras estaban fuertemente arabizadas. En el primer texto conocido donde se nombra Castilla como un pequeño lugar de la Bardulia, fechado en el 800, aparecen palabras claramente aljamiadas. Una de ellas "foze" (el alfoz andalusí) va a determinar la estructura administrativa de la primitiva Castilla burgalesa. En las propias Glosas Emilianenses, consideradas como los primeros textos donde se escriben párrafos completos en "castellano" (actualmente puestos en tela de juicio por diversos estudios filológicos entre los que destacan los del alemán Heinz Jürgen Wolf), aparecen términos aljamiados y, según Gómez Moreno, raspaduras de haber eliminado multitud de anotaciones en árabe, aunque algunas olvidaron borrarlas siglos después.

Un estudio serio, sin concepciones preestablecidas, llevaría a la lógica conclusión de que si los textos donde aparecen palabras romances están escritos por mozárabes, y si estos mozárabes hablaban en sus tierras de origen la lengua romance de al-Andalus y si, según esos mismos especialistas, el romance que se deduce de los textos latinos, que incluso llevan anotaciones en árabe, es el mismo, tendríamos que concluir con que el romance que aparece en el norte es también Aljamía llevado allí por los andaluces. 
  

  • Tipos de grafía

La principal causa de las diferencias lingüísticas entre los dialectos del norte y del sur de la península ibérica, radica en el desigual grado de romanización -unos 300 años en la zona de Álava-Burgos y unos 700 años en la Bética- y de arabización -casi la mitad entre una zona y otra-, lo que ha hecho que el andaluz y el castellano evolucionen de forma diferente. 

La coexistencia en el norte peninsular del latín y el vasco modificó profundamente la lengua de la zona, adoptando ésta un sinfín de hábitos lingüísticos vascos como: las cinco vocales, el sonido ñ, las terminaciones en consonante, la transformación en -d de la -t intervocálica, etc. En cambio, la lengua latina de la Bética se mantuvo mucho más próxima a la hablada en la península italiana. En algunos aspectos, la lengua andaluza se encuentra a medio camino entre el italiano y el castellano. 

Precisamente, y como ya dijimos anteriormente, si, como aseguran diversos lingüistas, el rasgo más claro de la individualidad de una lengua es su sistema vocálico, las diez vocales andaluzas, herencia directa del latín, hacen al "andaluz vivo" una lengua diferente del castellano.

El castellano adopta como sistema vocálico el vasco, por algo es el latín rudimentario hablado por vascones, y está formado por cinco vocales. El andaluz, en cambio, mantuvo las diez vocales del latín clásico, un caso único dentro de las lenguas romances. Ni siquiera los dialectos italianos pudieron evitar que las diez vocales clásicas evolucionaran a siete. El sistema triangular del castellano, contrasta con el cuadricular del andaluz.
   
El esquema andaluz se encuentra dentro del sistema de cinco grados de apertura, rarísimo en Europa y que sólo se da también en Kerenz (Glacis, Suiza). Este hecho lingüístico, aparentemente trivial, modifica profundamente la morfología y sintaxis de nuestra lengua. 

Es curioso que en los dialectos del norte de África (Túnez, Argelia y Marruecos) se dé un vocalismo muy parecido al andaluz y las tres vocales del árabe clásico -a (alif), -i (ye) y -u (uau), se han desdoblado, apareciendo tres vocales largas: -a, -i, -u, -ä, -ï,    -ü, y con ello un sistema parecido al andaluz. Es difícil precisar si este fenómeno es semita o producido por el sustrato latino latente en los dialectos árabes de la zona. En relación a todo esto, el profesor de lengua bereber en la Universidad de Cádiz, Mohand Tilmatine, reconocía que: "el parecido fonético entre el andaluz y el bereber es estupendo. la pronunciación de ciertas consonantes es casi idéntica como el caso de la ll y la sustitución de la l por la r. Con el bereber es lo mismo, lo que me facilita su enseñanza...".

Un primer consenso es unánime, al menos entre los lingüistas. Poco o nada tienen que hacer en la historia del andaluz las lenguas que se hablaron en el Sur de la Península, desde los tiempos prehistóricos, antes de que las tropas de Fernando III de Castilla y León emprendieran, en la década de 1220, la conquista del valle del Guadalquivir. Ni tartesios ni romanos, ni siquiera árabes o cristianos mozárabes, son padres o abuelos del habla andaluza. Los primeros porque se diluyeron en la Historia y sus herederos, desde el s. I a. C., solo hablaban latín. Los romanos, porque el cultísimo latín de Corduba o de Hispalis, convertido en el romance de hispanogodos e hispanorromanos, de cristianos mozárabes y de muladíes de Al-Andalus, también acabó perdiéndose en la Historia (hay consenso entre los especialistas sobre los finales del s. XII o el principio del XIII como época definitiva de extinción del romance andalusí). El latín de las grandes ciudades de la Bética no es, pues, el antecesor directo del habla de Sevilla, Cádiz o Córdoba.

Pero, ¿cómo pudo perderse ese idioma romance, si tanta gente lo hablaba que los historiadores hoy están de acuerdo en que Al-Andalus fue durante mucho tiempo una sociedad bilingüe, árabe y románica? ¿No pudo pervivir hasta fundirse con el castellano de los guerreros de Castilla y León? Es una vieja idea, que aparece y desaparece como el Guadiana, y que no es exclusiva de Andalucía: esa fusión entre romance de Al-Andalus y lengua de reconquistadores es la que generó el castellano de Toledo en el siglo XI, el aragonés de Zaragoza y el portugués de Lisboa en el s. XII, y la que, para algunos fanáticos, sostiene la irreal lengua valenciana, anterior y distinta al catalán de aquel territorio. Pero en nuestra región no tiene verosimilitud. ¿Quién hablaba todavía romance en el valle del Guadalquivir a principios del XIII? Nadie: su base humana había desaparecido en los dos siglos anteriores, la cristiana porque había sido diezmada hasta el final por almorávides y almohades; la musulmana muladí, porque en su afán de parecer buenos creyentes ante los fanáticos africanos había precipitado el proceso de arabización (que, por cierto, venía de muy atrás, y que había alcanzado también a los cristianos). El romance de Al-Andalus solo logró, antes de morir por abandono, insertar algunas palabras en árabe, que después este devolvió: marisma, almatriche, cauchil. Nada muy distinto de lo ocurrido en el castellano general, salpicado también de voces de este origen, desde gazpacho hasta corcho. Por lo demás, su fonética era muy distinta a la andaluza de hoy: si acaso, solo la confusión del arcarde y la palte podría vinculárseles; pero es cambio tan extendido en la Península, que no parece tener mucho sentido seguir por ese camino.






Pero ¿y los árabes?. ¿Cómo no va a estar el árabe en el habla andaluza, en sus sonidos aspirados y guturales, en tantas de sus palabras...? ¿No es acaso creíble que los mudéjares y moriscos andaluces, obligados por la fuerza de las circunstancias, o por la mera fuerza bruta, a abandonar su vieja lengua la infiltraran en el castellano que aprendieron hasta hacerlo distinto de cómo había llegado a la región? Castellano domeñado por la dulzura arábiga, al igual que el ser humano andaluz continuaría esa mezcla de hispanos y de bereberes, de árabes y judíos, solo cubiertos por un superficial barniz castellano-leonés y cristiano...

En cualquier caso, lo que si se puede afirmar es que el andaluz es una variedad de la lengua española que se habla en Andalucía. Está caracterizado por diversos rasgos fonológicos típicos de la región, así como por la entonación en la forma de hablar. Además, posee un léxico particular que contribuye a ampliar el vocabulario de la lengua española.

A pesar de que muchas palabras se pronuncian de forma distinta a como lo hacen en la variedad castellana de la lengua española, se escriben de la misma forma. Existen, además, algunas palabras típicas de esta región, muchas de las cuales son propias de una determinada provincia o de un lugar concreto.

Otra característica particular, es el uso del ustedes, siempre en segunda persona del plural en lugar del vosotros, y no con formas de tercera persona como hacen en el resto de España, Además de que en Andalucía carece de ese carácter distante o respetuoso que tiene en otros lugares .En otro sitio que no fuese Andalucía no cabría dirigirse a tus amigos o a tus hijos de esta forma.

También podíamos hablar  del uso mantenido del habemos con el  hemos como primera persona del plural del presente del haber. Otro ejemplo es el uso del pronombre personal se tanto detrás como delante de infinitivos o imperativos en lugar del os : ponerse, por poneros o poneos; se sentáis, por os sentáis; venirse, comerse, etc... El siguiente podría ser la acentuación llana de las formas pronominales con más de un pronombre: cogemelo por cógemelo, echamela por échamela, etc ... El uso de la tercera persona del singular como primera en algunos casos : Yo no ha hecho, por yo no lo he hecho o yo no he sido... El uso de la preposición de más el pronombre personal como forma de posesivo: Esto es de nosotros por esto es nuestro, esto es de ustedes por esto es vuestro...En cuanto a la  diptongación ue por o: escuende por esconde,  cambios de consonantes como baraña por maraña, moniato por boniato y tantas otras que sería interminable su relación.

Tenemos un acento distinto gracias al ceceo, el seseo, la aspiración de las haches o la suavización de jotas o  del sonido ch, la pérdida de la d del final de los participios, la eliminación de letras intermedias, iniciales o finales.

 


  • En el mapa pueden verse a grandes rasgos las zonas de Andalucía ceceantes, seseantes y distinguidoras. Nótese que la ciudad de Cadiz, es un área seseante aunque no esté indicada.




Por aclarar :

- Ceceo: Que comprende la mayor parte de Sevilla y Málaga, todo Cádiz y el Sur de Huelva.
- Seseo: Ocupa una zona intermedia de Huelva, Sevilla capital, Córdoba capital, el Norte de Málaga (Antequera, Archidona) y en Jaén, todo la orilla del Guadalquivir.

- Yeísmo:  o pronunciación de la elle como ye. Se utiliza en casi toda Andalucia con excepciones en el norte de Huelva, las Alpujarras y la serrania de Ronda.



  • Áreas fuertemente lleístas (rosa fuerte), áreas con presencia de lleismo y yeismo (rosa claro) y áreas casi totalmente yeístas (gris).






Mucha gente piensa que los andaluces hablan o pronuncian mal, cuando lo que en realidad ocurre es que no está acostumbrada a su estilo de pronunciación ni a sus expresiones típicas.Motivos históricos, sociales y políticos han llevado a creer a muchos españoles, entre ellos muchos andaluces, que el andaluz no es un dialecto sino una tosca y aleatoria deformación de la lengua española. Es común, por ejemplo, usar el andaluz en diálogos humorísticos de ciertos personajes varios buscando un efecto cómico. De esta manera, ha existido tradicionalmente una visión negativa del dialecto andaluz por parte de los hablantes de otras variedades lingüísticas de España. De hecho, existen referencias que desprecian, rechazan o condenan al andaluz desde principios del siglo XVI. Desde el siglo XIX la concepción negativa del andaluz se ha apoyado en dos creencias erróneas:
La primera, que el andaluz es una "deformación vulgar" del español "correcto", lo cual es una idea extralingüística.La segunda, que el andaluz es producto de la ignorancia y del atraso cultural de los andaluces, lo que obviaba dos hechos fundamentales: La antigüedad de los rasgos dialectales andaluces es muy anterior a la crisis socioeconómica andaluza, y el hecho de que el andaluz no sólo se caracteriza por sus rasgos fonéticos, sino también por un abundante léxico propio y por rasgos morfosintácticos y semánticos peculiares.
Estas circunstancias  han desarrollado un fuerte complejo de inferioridad lingüístico entre muchos andaluces, que nunca han tenido en su dialecto un modelo lingüístico de prestigio.
En la actualidad, aunque se ha producido una leve liberación de complejos y prejuicios seculares (más teórica que práctica), se sigue teniendo una percepción negativa del dialecto andaluz por parte de los propios andaluces y por gran número de españoles no andaluces. En ese sentido, es visible y frecuente la vergüenza a utilizar su variedad lingüística ante un auditorio no andaluz que sienten muchos andaluces.

Asimismo, la escasa presencia del dialecto andaluz en los medios de comunicación es muy reveladora. En la Radio y Televisión de Andalucía, los locutores suelen hablar la variedad estándar con pronunciación del centro y norte de España, a lo sumo, un español con cierto acento "andaluz", limitado a la aspiración de la /-s/, el seseo y a otros fenómenos fonéticos más o menos aceptados. El libro de estilo de Canal Sur TV, que considera «vulgares» la mayoría de los rasgos dialectales andaluces, es un testimonio del papel que se da al dialecto andaluz en los medios de comunicación gubernamentales.

Desde el punto de vista legal e institucional, el andaluz es definido como "Modalidad lingüística andaluza", en los términos en que se expresa en el apartado anterior, por el Estatuto de Autonomía de Andalucía de 2007 y por la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía, careciendo de órgano lingüístico oficial o academia que lo regule desde la Junta de Andalucía

El andaluz no posee una gramática normativa distinta a la española. Sin embargo, a lo largo de la historia se han elaborado varias propuestas de gramática del andaluz, que no llegaron a aprobarse oficialmente. La última se elaboró durante la II República española, y fue presentada a Las Cortes junto con un Estatuto de Autonomía para Andalucía, pero debido al estallido de la Guerra Civil Española, no llegó a aprobarse.

Aunque hoy por hoy no existe una ortografía normativa del andaluz, no han sido pocos quienes han tratado de crearla, reflejando con mayor o menor fortuna algunos de sus rasgos, por lo general, no extensibles a todo el conjunto de Andalucía. Algunos piensan que se ha echado en falta la existencia de un sistema de trascripción simple y eficaz que lejos de querer romper con la unidad ortográfica del español, pudiera reflejar el habla andaluza en las expresiones en que la ortografía española no cumple bien su finalidad.
En la actualidad hay varios intentos de creación de una ortografía para el andaluz, como los diversos presentados por la Junta de Escritores en Andaluz (Hunta d'Ehkritoreh n'Andalú)


Hay que poner en evidencia el hecho de ser muy conservadores con palabras de otros idiomas, por ejemplo, en Granada existe la palabra “cachil” (del latín calice) que significa “arca de agua" Conservamos no solo del latín sino del árabe algunas palabras como: aljofifa = trapo sin valor para fregar de rodillas.Hay otras palabras que proceden del español medieval, que proceden de textos antiguos: escarpín = calcetín Otro rasgo a señalar son los leonesismos: branco = blanco;   trasponer = esfuerzo añadido en el traslado, (Esta palabra se da en el leones y en el gallego-portugués); esmorecer = cansado, rendido (palabra de uso leones y en el gallego-portugués.

Si atendemos a criterios históricos o geográficos nos damos cuenta de que la historia del habla andaluza o de Andalucía es compleja, con muchos aspectos. De entrada, Andalucía no puede ser considerada como una región natural, porque no lo es, ni por su relieve, ni por su clima ni por su vegetación.Los limites naturales son claros: al Norte Sierra Morena, y al Sur el mar. Sin embargo, al Este y al Oeste no existen fronteras naturales, existen zonas de transición, zonas de intercambio y zonas de influencia. Andalucía estuvo habitada desde la prehistoria. Conocimiento tenemos de que llegaron los fenicios y casi enseguida, los griegos. Éstos vinieron en plan comercial, estableciendo factorías, pero aglutinaron a los indígenas en una especie de cultura y economía homogénea.Después de los griegos llegaron los cartagineses, que reafirmaron el imperio económico fenicio reafirmando la factoría.Vinieron luego las legiones romanas a ayudar en la lucha contra los cartagineses, a los que echaron.
   

Lenguas de España y dialectos del castellano


Los romanos hacen de Andalucía una provincia romana, pero estableciendo unos limites que casi coinciden con los actuales. En este tiempo, fue la provincia más rica, más romanizada y más poblada de todas. La riqueza venía de la agricultura (latifundios), y los productos como el vino, trigo y aceite se exportaban a todo el imperio.Llegan los árabes que la conquistan y le dan mas fuerza social, económica y política a Andalucía que con la ocupación romana. Gracias a ellos, la agricultura se incrementa con el regadío y se introducen nuevos cultivos de origen árabe. Están aquí durante ocho siglos.La Reconquista por parte de los reinos cristianos, empieza por el Norte, pero como el enemigo a convertir estaba en Andalucía, se va avanzando hacia el Sur. Se tarda tiempo en la reconquista, la cual se efectúa de dos maneras:  

1) Por la fuerza de las armas, conquistando. Los derrotados dejaban todo, y sus posesiones se repartían entre los vencedores.

2) Imponiendo su autoridad con rendiciones y capitalizaciones. Los musulmanes podrían seguir conservando sus casas y tierras, pero sometidos al poder de los cristianos, aunque se les permitía mantener sus usos y costumbres. 

En el siglo XIII, ya estaba conquistada y repoblada casi toda Andalucía central y occidental, pero por repobladores de Castilla y de León.Después de la toma de Cádiz la reconquista se para, por problemas internos, se estanca y no se pone en marcha otra vez hasta la 2ª mitad del siglo XV; y mientras tanto siguen viviendo juntos cristianos y musulmanes. La frontera lingüística entre ellos es lo que daría lugar a las dos Andalucías: desde Cazorla a Vejer, pasando por Marcos, Estepa y acabando en Alcalá de los Azules (Cádiz).
 
El descubrimiento de América y la consiguiente expansión atlántica suponen una crisis para Andalucía. Andalucía se va despoblando, la gente se va buscando aventuras y deja cultivos, haciendas,... y aparecen actos de pillaje, debido a esta emigración.Sin embargo, en el siglo XVIII hay un relanzamiento demográfico y económico importante, con repoblaciones de colonos nacionales y extranjeros. Todas estas invasiones y repoblaciones deberían haberse hecho de forma ordenada, es decir, de Norte a Sur. Pero la realidad es que no fue así, por problemas bélicos, tanto en tiempo de guerra como de paz. En los primeros, porque se cambiaban las fronteras constantemente, y en la época de paz, porque el intercambio lingüístico era una maraña.Hay que tener en cuenta también las diferencias en cuanto a comportamiento entre los árabes. No era lo mismo el árabe sumiso del Valle del Guadalquivir que los que estaban siempre en guerra por la zona de la Alpujarra.

Por otra parte, a medida que los cristianos van reconquistando encuentran mayor resistencia, normalmente es en la zona más montañosa y de más difícil acceso. En esa zona es donde encontramos mas arcaísmos. La teoría de una doble Andalucía es cierta, pero insuficiente porque existe una doble Andalucía, la occidental y la oriental; la costera y la del interior; y la rural y la urbana.
Con todo esto se demuestra que el andaluz no tiene homogeneidad y su frontera política no coincide con su frontera lingüística. Las fronteras internas dependen de la movilidad de los habitantes. Estas fronteras internas cambiaban constantemente dependiendo de la contratación para la recolección de cosechas de una provincia a otra, luego el termino “frontera” no existe.

1ª Zona: Occidental de influencia leonesa
Abundan elementos leoneses y portugueses, la influencia leonesa se frena en torno a Sevilla. Es zona que distingue /s, z/.
Se caracteriza también por su vocabulario, así tenemos: herrete-aguijon.
Dentro de toda esta zona existe una subzona aun más característica al norte de la provincia de Huelva, limitada por la Sierra de Alacena.
La vida de los pueblos de esta zona esta condicionada por su geografía, pero todos se comunican hacia Sevilla.
Históricamente esta zona también es diferente porque fue, primero conquista de Portugal y luego por Fernando III el Santo. La repoblación también fue distinta a la otra zona, en una característica de un sonido; la palatización de la /s/ hasta convertirla en /j/: sauco - ^sabgo - jabugo. (Característico de Asturias). Palatización = cambio de sonido: se alarga, pero no se pierde.

2ª Zona: Zona de Sevilla.
Corresponde a la zona de la baja Andalucía. Sus limites están en Niebla, Cádiz y Córdoba, en una zona heterogénea al norte esta cerrada por montes y al sur termina en las marismas.
Lingüísticamente e históricamente es zona poco definida porque es una zona abierta a las comunicaciones, de pueblos grandes e importantes, y en esos pueblos se da un intercambio de hombres que trabajan en el campo (braceros); estos, se mueven en torno a esta zona, no es utilizada como paso.

3ª Zona: Zona Costera Occidental.
Esta zona esta muy bien definida lingüísticamente, ocupa gran parte de la provincia de Cádiz y algo del occidente de la provincia de Málaga muy influenciada por la provincia de Cádiz. Es una zona cerrada en si misma, esta cerrazon no es una cerrazon geográfica sino lingüística. Recoge muchos arcaísmos y el centro de influencia lingüística es Ronda.
Esta zona es cerrada por los moriscos, defiende sus arcaísmos léxicos y no se deja influenciar por las zonas limítrofes. La zona de Ronda y sus pueblos que la rodean se unen a los pueblos de Cádiz.

4ª Zona: Norte de Córdoba.
De esta zona decimos que tanto lingüísticamente como geográficamente no pertenece a Andalucía. Existe una relación con el reino de Toledo y esta relación se debe a que fue cedida por Alfonso VII a la orden de Calatraba y esta, la considera como parte del Reino de Toledo. Es bastante castellana, o poco andaluza.

5ª Zona: Zona Centro Andalucía.
También conocida como el triángulo de la “e”, o la Andalucía de la “e”. No tiene signo de pluralidad como es la “s” y si oposición vocálica, el plural de palabra terminada en “a” es “e”. Existe tanto en seseo como el ceceo.
Comprende el norte de Málaga, el este de Sevilla, sur de Córdoba y suroeste de Jaén. En esta zona son más antiguos los cambios léxicos que los fonéticos. Todo esto hace pensar que la repoblación fue uniforme, homogénea. Patata, plural no es patatas, es patate.

6ª Zona: Zona del Antiguo Reino de Granada.
El vinculo más importante son las repoblaciones cristianas sobre asentamientos moriscos. Esta uniformidad se quiebra en el caso de Málaga, zona muy fragmentada por ser tierra de paso entre las diversas Andalucías. Es una zona uniforme en cuanto a las provincias de Almería y Granada, y se rompe en Málaga, por ser zona de paso entre una zona y otra.
 
7ª Zona: Zona de influencia Catalana Aragonesa.
A través del murciano, es una zona lingüísticamente muy importante porque era el centro de reunión y de avituallamiento de los ejércitos cristianos. 
La mejor comunicación con Murcia e incluso con Albacete, le ha hecho recibir influencias del murciano y marcar las diferencias con las otras zonas. Es bastante uniforme lingüísticamente hablando. 










Con todo lo que estamos hablando, sería conveniente que conociera un poquito el vocabulario andaluz. Son las palabras que usamos los andaluces y las andaluzas todos los días. Comprobará que ya conoce muchas de ellas, es lógico porque también se usan en el resto de España. No coja complejo de intelectual oficial y empiece a preguntarse si es una palabra castellana que usamos los andaluces o una palabra andaluza usada por los castellanos. Tómela, amplíe sus conocimientos y grite con nosotros: ¡viva el mestizaje!


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Bibliografia


El Adarve. Revista de Estudios Andaluces. Sobre la lengua andaluza.  

Zoziedá pal Ehtudio´el Andalú (Z. E. A. ). Páhina web´e la ZEA (Zoziedá pal Ehtudio´el Andalú). 

Actas de la Reunión de Escritores/as en Andaluz . Agosto de 2002. Mijas.

Rasgos dialectales y Ortografía en textos andaluces. Por Francisco García Duarte y Gorka Redondo Lanzas. Este trabajo tiene como objetivo compilar muestras de un conjunto abundante de textos literarios, escritos por diversos autores, que recogen rasgos dialectales del andaluz. Sirve para valorar la multitud de soluciones gráficas encontradas en ellos, las tentativas de elaboración de unas mínimas normas ortográficas adecuadas a nuestra variedad lingüística, así como una somera valoración de la posible utilidad de los textos, en tanto que fuente de información de diferentes rasgos gramaticales del andaluz. 

APRELA. Asociación Pedagógica para la Renovación de la Enseñanza de la Lengua en Andalucía. Es una idea empapada de sentimiento andaluz profundo y comprometida con la educación lingüística y literaria de los andaluces y las andaluzas del siglo XXI, entendida ésta como una actividad agradable, lúdica y de enriquecimiento personal.

L' Andalú en Internet. Página en Andaluz

Modalidad lingüística andaluza en Wikipedia.
 
Diccionario de variantes del español. España zona Meridional. Seguramente el más amplio repertorio de enlaces sobre diccionarios de las distintas partes de Andalucía. Comenta las características más reseñables de dada uno. Tiene una actualización realmente envidiable.

Bibliogafía dela Base de Datos de del Instituto de verbología Hispánica. Andalucía

Comunidad autónoma de Andalucía-1 Diccionarios Autonomicos-4 . Andalucía.

Grupo de trabajo EHA (El español hablado en Andalucía) Facultad de Filología de Sevilla

Grupo de Investigación "Sociolingüística Andaluza" de la Universidad de Sevilla.
 
Sin ánimo de ofender. En defensa de la lengua de Andalucía.Este libro es un trabajo realizado a partir de diversas reflexiones y artículos efectuados por: Paco Albadulí, Libero Ubeya, Miguel Moya Guirao, Xosse Alkassa,  Yual Alon, Huan Porrah, Antonio Jesús Torres. Y adaptados por Tomás Gutier .  ÍNDICE: - Prólogo.  - Introducción. - La lengua andaluza aljamiada. - La literatura en lengua andaluza. - Blas Infante y la lengua andaluza. - La doctrina oficial. - En defensa del andaluz. - Escribir en andaluz. - Vocabulario andaluz.

La aljamía o el mestizaje lingüístico en al-Andalus

Aljamía. Aproximación a la escritura aljamiado-andaluza. Con un método para aprenderla y los programas necesarios para reproducir los signos árabes. 

L'alzicro El aprendizaje del aljamía. Por A. Birzali (Norteamericano de origen morisco- andaluz)
 Poemas en las lenguas andaluzas. Poemas escritos en ambos, el aljamía y el andalú, en letras árabes. Traducciones en aljamía y luego en andaluz, y luego en mozárabe y el castellana

Ah'med Birzali. Dicçionario n'aljamía!
 
Historia de la Lengua Española en Andalucía. Equipo de investigación de la universidad de granada.

¿Existe el dialecto andaluz? Por Manuel Alvar.

Acercamiento al léxico andaluz (ALEA). Por Manuel Alvar. 

Bibliografía de la Base de Datos del Instituto de Verbología Hispánica. Andalucía.

Hunta d'ehkritoreh en andalú. Reunión de escritores/as en andaluz. Meeting of andalusian writers.

Propuetta pa la normalizazión de l'andalúu 

Exposición de fotografías de Eba Ramirê    incluyendo curriculum artístico, muchas de las fotografías expuestas llevan el título escrito en andaluz. Curriculo en  andaluz, castellano, inglés y japonés.

Fotografías de paisajes andaluces y fotografía flamenca  Es una página dedicada fundamentalmente a la fotografía, aunque también existe una sección de vídeo-arte y una sección de gastronomía andaluza. La página está escrita en andaluz, castellano, inglés, alemán y japonés

Asociación de Jóvenes Lingüistas.La Asociación de Jóvenes Lingüistas, compuesta por becarios andaluces y del resto de España, celebra anualmente su congreso internacional.

Traductor de Andaluz. El primer intento de hacer una traducción automática al andaluz a través de la web. Está en la la página de  Carlos Costa Portela

Articulos sobre Andalucía de las Actas del II Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española. Madrid, Pabellón de España, 1992. Versión digital Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2007 Alicante.  

Lingüística e historia de Andalucía. Ariza, Manuel. Tomo II, pp.15-34.  

Contribución a la historia lingüística de Andalucía: Córdoba , Gómez Solís, Felipe. Tomo II, pp.143-150.  

Leonesismos léxicos de carácter migratorio en Andalucía. López de Aberasturi Arregui, Ignacio . Tomo II, pp.179-186. 

El seudoandalucismo del español de la costa pacífica de México Tomo II, pp. 469-481. 
 Un modelo de variación sintáctica dialectal: el demostrativo de realce en el andaluz Morillo-Velarde Pérez, Ramón. Tomo II,1992, pp. 219-227.

 El léxico de Herrera en Bécquer. Rey Fuentes, Juan. Tomo II, Madrid, pp. 805-811.

 Topónimos mozárabes en el oriente de la provincia de Almería. Torres Montes, Francisco Tom II, pp. 1059-1068.

La Lucha Hablada. Por Ángel Velasco.

¿Hasta cuándo, Academia, hasta cuándo? El ninguneo de la RAE a los cantes y bailes flamencos. Por Luis Carlos Díaz Salgado. Sevilla

Xuanxo Bardibia Garçelya Aquí puedes encontrar una selección de mis poemas en versión bilingüe andaluz - castellano así como de algunos articulos de opinión publicados en Arxibe. Poemaa i artikuloo. Aki puee enkontrá una selezzión de mii poemaa en berzión bilingue andaluu - katteyano azín komo de argunoo artikuloo de opinión publikaoo en Arxibe.

Abla andaluh. : Esto es una página de ensayos, poemas e imágenes destinados a testimoniar el habla de Málaga antes de que se perdiera el andaluz que se hablaba en Andalucía antes de 1960, Eh ehtoh diah de dezarrajgo z'an perdio baloreh entrañableh de tjempoh pazaoh. Ahkí teo k'intentáh una defenza de l'andalúh, no komo prahmátika zino komo tehtimonjo de lo ke poía abéh yegao a zeh una lengwa, no l'a zio por kawza der zentimjento d'inferjoriá de loh propjoh andaluzeh.

Propuetta pa la normalizazión de l'andalû. Propuettâ pa la normalizazión de l'andalû (berziónê andalû y castellano) Aquí puedes encontrar todas las herramientas necesarias para aprender a escribir en andaluz. Si ya eres andaluzo-parlante lo tendrás muy facil, si no te costará un poco más, pero de todas formas podeis consultarme cualquier duda y os respondere placidamente. Xuanxo Badibia Garçelya.

La Buhardilla de Gerión. Poemario bilingüe andaluz-castellano de Xuanxo Bardibia. juanjo valdivia


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