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Existen lugares en el mundo, por ejemplo en Australia, donde equipos de expertos recorren el país con el fin de grabar las diferentes voces de los aborígenes, cuya cultura no emplea la escritura, ante el temor de que desaparezcan. Aquí, los "expertos oficiales", trabajan para todo lo contrario: para ver si esa puñetera forma de hablar y de sentir que tienen los andaluces no se vuelve a oír más o, si se oye, que sea porque la hablan entre ellos (los jodíos), que ya se entenderán. Son maneras diferentes de tratar a una cultura, muy diferentes porque, como ya se sabe, los australianos se encuentran en nuestras antípodas.

Dicen las buenas lenguas que la enfermedad del nacionalismo se cura viajando. Pues bien, hagámosles caso, apliquemos el remedio: están ustedes invitados a conocer Andalucía. A usted, que nos comprende, para que ratifique que somos un pueblo abierto, humano, solidario, universal, sabio, acogedor, sin fronteras, .... y a usted, nacionalista de donde sea, que nos desprecia, que nos niega nuestra historia, nuestra lengua, nuestra cultura, a ver si, conociéndonos, recibe la influencia de un pueblo milenario, tolerante por naturaleza, que ha sabido abrir sus puertas a todo el que ha llamado a ellas.


martes, 9 de junio de 2015

Claro, .....así nos va





ECONOMÍA SUMERGIDA


- Que pasa quillo, ¿qué es de tu vida?. ¿Estás currando?

- Que va, tío. Estos políticos sinvergüenzas tienen la culpa de todo. Nos tienen en la miseria.

- ¿Y cómo lo llevas entonces?

- Muy mal, estoy cobrando la ayuda familiar.

- ¿La ayuda familiar? ¡Vaya miseria! Así no se puede vivir.

- Claro que no, tío. Menos mal que hago algunos trabajillos, algunas chapuzas, y por eso tengo algo más de ingresos.

- Hostias... pues yo necesito reformar mi cuarto de baño. ¿Tú podrías hacerlo?

- Sin problemas. Además, te cobraré muy barato. Sin factura y sin IVA. Sólo tienes que pagarme al contado. 


- Qué bien. Entonces iré mañana a pedir el permiso de obra. 


- No, noooo... Ni se te ocurra. Yo trabajo en negro. Además, ¿quién se va a enterar?. La reforma te la haría en un par de días. Cuando te vengan los guardias a multar –si es que vienen, porque no se enteran de nada- yo ya habré terminado.


- Ah, pues muy buen. ¿Podrías empezar esta semana?

- Ufff... Imposible. Me voy de viaje a Disneyland París. Se lo tenía prometido a los niños. Pero la próxima semana te lo hago sin falta.

- Vale, vale. ¿Te viene bien por las tardes?


- Que va, por la tarde fatal. Los niños salen del colegio a las cinco, y tengo que recogerlos para llevarlos a clase de tenis.

- ¿Salen del colegio a las cinco?


- Sí. Como tengo pocos ingresos, me subvencionan el comedor y las actividades extraescolares.
 


- Joder. Qué bien. Oye, por cierto, ¿esta furgoneta es tuya?

- Sí, tío. A que mola mazo.


- ¿Y es nueva?
 
- Nueva novísima. Tiene sólo una semana. La uso para las chapuzas que me salen. Bueno, y ya que la tengo, la usaré este verano para ir a la playita.

- Ahhh... Pues te habrá costao un pastón. ¿Cómo la has financiado?


- La pagué al contado. Yo no puedo financiarla con mis ingresos. La puse a nombre de mi padre -que tiene una minusvalía-, y me hicieron un gran descuento. Y como es minusválido no pago ni siquiera el impuesto de circulación. 


- Vaya. Que chollo. Por cierto. ¿Y qué haces por aquí
en el centro?.  ¿Tú no vives en un barrio de la periferia?

- Sí, pero traigo a la peque en esta guardería. Nos gustaba mucho más. Tienen más actividades y está en una mejor zona.


- ¿Y cómo has conseguido que entre la niña en esta guardería de élite? 


- Porque mis suegros viven en esta calle y mi mujer está empadronada con ellos. Gracias a eso nos dieron muchos puntos.


- ¿Tu mujer está empadronada con sus padres?. Pero vosotros estáis viviendo juntos, ¿no?


- Sí, tío. Pero como no estamos casados, nos venía bien para que mi mujer cobrara una ayuda de madre soltera, y de paso, para los puntos de la guardería.


- Jo, pues menos mal que tu mujer tiene esa ayuda. Si no, no sé cómo podríais llegar a fin de mes.

- Claro, tío. Pero ahora, para colmo de males, se le acaba el PER. 


- ¿Ella está cobrando el PER? ¿Ha trabajado en el campo?


- ¡Qué vaaaa!. Ella no tiene ni idea de trabajar en el campo. Vamos a ver.... sabe lo que es una berenjena, y poco más. Pero tenemos un amigo que tiene unos terrenos agrarios y nos hizo un favorcito; como sabe que estamos en paro y tenemos tres niños, le hizo a mi mujer un contrato de seis meses. Sólo tuvimos que pagarle la Seguridad Social y un regalito que le hicimos. De esa forma, a mi mujer le correspondía un año de PER. Él contento, y nosotros, también.


- ¡Vaya suerte!. Bueno, ¿te puedo invitar a una cerveza, por lo menos?. Que no se diga que no ayudo a los amigos.


- Te lo agradezco, pero me voy corriendo. Voy al cine con la familia.


- ¿Al cine?. Pero hoy no es ‘el día del espectador’. Te va a costar un pastón.


- Naaaa... Con el carnet de familia numerosa y el de minusvalía de mi padre (tapándole la foto con el dedo) las entradas me salen tirado de precio. Nosotros vamos al cine casi todas las semanas. 


- ¡Qué bueno!. Oye, por cierto. Me acabo de acordar
que mi cuñado ha montado una empresa de construcción. Si quieres, puedo hablar con él y que te consiga un contrato de seis meses. No es mucho, pero al menos metes la cabeza en la empresa. Y quién sabe... A lo mejor te acaba contratando como indefinido. Tú eres un currante nato. 

- Ufff... Qué va, tío. Por seis meses no me merece la pena. Además, perdería el derecho a las ayudas. Te lo agradezco pero no me arriesgo. 



- Bueno, como quieras. Sin problemas. Era mirando por ti, eh.

- Ya sé, ya sé. Gracias hombre, pero ya te digo que no me interesa.

- Ok .... ¡¡¡Vaya!!!. Mira, mira lo que está saliendo en la tele. ¡¡¡Otro puñetero caso de corrupción política!!!


- ¡¡¡Qué asco, tío!!! Si es que estos políticos son unos auténticos chorizos y unos sinvergüenzas. Abusan de nosotros y tienen al país en la ruina. Se aprovechan de cualquier resquicio para sacarnos el dinero y estafarnos. ¡¡¡Deberían de estar todos en la cárcel!!!.

- Pues sí, asco de país. Bueno, venga, ya te llamo la semana próxima para lo de la chapuza en mi baño. Y ánimo, ....que ya verás como todo se te pone mejor.

- A ver tío. ¡¡Qué más quisiera yo!!. Venga, chao.